En el marco de la asignatura de Taller de Práctica Instrumental II, estudiantes de Composición Musical realizaron un interesante trabajo virtual, como parte del trabajo final de la asignatura.
Consultado respecto a esta actividad, Roberto Muñoz, Director de la Escuela de Sonido y Música comentó lo siguiente: “Estos trabajos se enmarcan en el Taller de Práctica Instrumental II, que tributa al ámbito de realización Composición autoral. Los estudiantes crean una pieza musical y la arreglan para 4 instrumentos o más, considerando partituras y organizando grabaciones de tipo maqueta en donde participan con otros estudiantes de la misma carrera como intérpretes.”
Para conocer el proceso compositivo paso a paso, conversamos con Rodrigo Álvarez, docente a cargo de la asignatura, quien nos entrega más detalles al respecto.
Rodrigo, podrías contarnos cómo fue el trabajo en clases y las dinámicas desarrolladas.
Los estudiantes recibieron la instrucción de ejecutar cuatro piezas originales en el semestre. Primero una pieza solista, luego un dueto, un trío y por último un cuarteto. Cada tema tenía un pie forzado que se socializaba en clase. Ellos buscaban piezas entre sus trabajos previos y las arreglaban según el requerimiento. El tema solista debía contemplar una melodía acompañada por contrapunto, escrita con las articulaciones y dinámicas propias de un tema profesional. El dueto debía considerar que cada instrumento era principal, ambos debían tener un carácter melódico y armónico. El trío debía incluir una cuerda baja con el mismo tratamiento principal que el dueto. El cuarteto debía incluir un instrumento de percusión y/o bloques rítmicos dentro. Cada tema se revisó en clase con estados de avance.
¿La elección del estilo musical era completamente libre o también formó parte del encargo?
Debían ser temas originales que ya hubiesen compuesto. El arreglo o la adaptación era nueva.
Entendiendo que la actividad fue desarrollada remotamente, ¿qué desafíos tuvieron que enfrentar durante la producción?
La grabación, por ejemplo, fue realizada por ellos mismos, grabando con metrónomo y sincronizando con un conteo previo. Respecto de la edición, muchos usaron software gratuitos como Shotcut, y para la imagen fue grabada con su celular principalmente.
Uno de los principales desafíos es que debían conocer las propiedades y posibilidades de los instrumentos y lograr componer obras que ellos mismos pudiesen tocar. A veces eso los contuvo, pero al mismo tiempo les permitió considerar el rol del músico a la hora de componer. Por otra parte, las habilidades instrumentales fueron algo clave a la hora de grabar; debían tocar bien el tema de principio a fin, pues la opción de editar el tema o grabarlo por partes podía comprometer la continuidad.
¿Qué oportunidades ven en este formato de trabajo?
Según lo conversado con las y los estudiantes, componer, arreglar, tocar y grabar les permitió ser parte del proceso completo. Así mismo, les facilita también la posibilidad de considerar maquetas caseras para presentar a distintos proyectos.