Con participación de la Escuela de Sonido y Música, que apoya con sus estudiantes en diversas tareas de producción, se presentará los días viernes 03, sábado 04 y domingo 05 de junio, en el Teatro Nescafé de las Artes, el espectáculo denominado “La voz de los 80, entre el miedo y la esperanza”, de la compañía El Circo del Mundo, donde el registro fotográfico del evento y del afiche oficial está a cargo de Jorge Gómez Espinoza, alumno de cuarto año de Fotografía.
Ha registrado bandas en vivo, fotografías de paisajes, tours patrimoniales, imágenes de gastronomía y fotografías sociales, pero lo que más le gusta es la fotografía documental, “usar la imagen como un documento o un territorio de reflexión, con la convicción de representar la resistencia humanitaria y cultural”. Con esta energía y conceptos llegó a El Circo del Mundo en septiembre de 2012 y desde marzo de 2022 ya trabaja en el registro fotográfico de la obra próxima a estrenarse “La voz de los 80, entre el miedo y la esperanza”, que narra recuerdos a través de las canciones de Jorge González Espinoza.
“Todo surgió por la motivación del ramo Cultura Visual impartido por la profesora Carolina Osses y luego por el Taller de Ejercicio Profesional III, dictado por Oliver Llaneza, donde realicé un foto-libro documental titulado ‘Preludios y fugas’. Luego, recibí una invitación para mostrar mis imágenes en la revista corporativa ‘Saberes de Circo’ (@saberesdecirco), donde destacaron mi mirada fotográfica sobre el mundo del arte circense, justo en su edición aniversario número 27, espacio que compartí con el profesor Jorge Aceituno, a quien considero un gran artífice de mi desarrollo como fotógrafo”, nos cuenta.
Mientras, lo que más destaca de su trabajo en el mundo el circo es su “estructura creativa, que se desprende por todo el espíritu del equipo de trabajo (…) y, en lo estrictamente fotográfico, me tocó primeramente conectarme y conocer este mundo hasta entonces extraño para mí, trabajar con el gesto y con la luz en escenas casi teatrales que se presentaban a mi alrededor, y poner en práctica todo lo adquirido en mi proceso formativo en ARCOS. Algunos de los momentos más interesantes y motivadores fueron las presentaciones en vivo, donde al encenderse las luces pude volver, por instantes, a un territorio totalmente mágico que recordaba de algunas visitas al circo en mi niñez. Sin duda, he aprendido a observar y a conectar con lo que se devela por delante de mi lente, en una especie de ritual artístico celebrado en el ruedo”, termina relatando.
Sigue a Jorge Gómez Espinoza en @kokeluches.