Con el tiempo, el significado que le ha dado al 8M se ha vuelto algo más personal que antes, nos dice Francisca Verdugo. “La fecha la traduzco como una lectura-revisión al momento en que vivimos y este 2023 no será distinto. Trato de sentir el día, imaginar justicia laboral para tantas mujeres, disidencias, personas. Es una fecha significativa, no puedo pasarla por alto, tomo la invitación que la fecha me hace, que es reflexionar”, reflexiona.
Y como es un día especial para manifestarse, “por varios años he ido a la marcha que se hace en Valparaíso, voy con amigas, con mi hermana. He ido con mi hija, he asistido a marchas realmente significativas y emotivas, quizás se lea exagerado, pero ese día se genera un espacio seguro, hecho y protegido por mujeres y disidencias, donde empatizas con las que no están, con las abusadas, con los gritos, con la alegría, con los cantos, con la promesa de mejoras que nace de las personas que allí se reúnen, que buscan visibilizar una lucha que muchas veces es bien personal. Porque en el 8M confluyen todas las demandas que podamos tener. Es bien de catarsis la ocasión, en realidad, es una experiencia que agradezco haber vivido. Mi madre y abuelas no salieron a la calle, en ese contexto. Nunca”, aclara Francisca Verdugo, Licenciada en Cine e Ingeniera en Prevención de Riesgos, comparando, quizás, los mundos que cada una les ha tocado vivir.
Y si bien hay avances, indica que “no hay igualdad de oportunidades. Y no me refiero al número de cupos laborales que existan o a las cuotas de género, sino a las herramientas y posibilidades que tenemos para poder desarrollar un trabajo o una carrera profesional. Mi opinión es desde la vereda de mujer-madre (…) Las mujeres nos desarrollamos desde la desventaja en muchos casos, y eso hace que exista y crezca la desigualdad. La brecha social es real, la he vivido y ha repercutido en mí, pero también te fortalece, te hace resistente y sirve como motor de cambio”.
Por su parte, desde su espacio en ARCOS, cuenta que se plantea y promueve “la igualdad. También, intento que mi rol laboral sea entendido desde la horizontalidad, y elijo pensar que trabajo con personas y no con los cargos que figuran en sus contratos”.
En cuanto a su admiración por otras mujeres, Francisca es clara. “Las mujeres y disidencias que trabajan en ARCOS sede de Viña del Mar. Sé cuánto esfuerzo hay detrás de la entrega (…) Percibo que todas en algún punto deben pelear por sus ideas y convicciones. Mi progreso acá no sería posible si no hubiese mujeres que han creído en mí y en mi trabajo, a ellas les doy las gracias. Ha habido mujeres que me levantaron en días muy tristes, porque la vida personal a veces es dolorosa, y en la oficina he recibido contención y empatía”.
Y para finalizar, entrega algunos consejos culturales que vale la pena revisar para entender y visualizar mejor la vida desde el punto femenino. “El documental de Nina Simone o el de Whitney Houston, ambas mujeres mega famosas que sufrieron por su pasión y trabajo. La película “Las mantenidas sin sueños”, escuchar a músicas de la región de Valparaíso, preferir obras de teatro realizadas por mujeres, comprar trabajos de emprendedoras y escuchar “Arte y Pololeo”, un podcast que está en Spotify”.