El proyecto Laboratorio de Cosas y Afectos, LABCA, es liderado por María Belén Carrasco y Fernando Abbott, y fue realizado en la Casa Central del Instituto en Peñalolén, gracias al financiamiento del Fondo de Investigación en Arte, Cultura y Economía Creativa ARCOS.
La premisa inicial de este proyecto se refiere a que a través de los objetos que las personas se abren un lugar en el mundo, palpando, descubriendo, jugando, imaginando, y con ello produciendo afectos, experiencias y sensaciones.
En este sentido, los objetos permiten activar y reactivar el vínculo entre memoria e imaginación, lo que genera puntos de vista: narraciones.
“En el escenario nacional, durante la postdictadura (desde los ‘90 a la primera década del 2000) convergen una serie de fenómenos: una democracia pactada, la idea de un ‘auge económico’, cierta apertura cultural, y con ello la circulación vertiginosa de objetos en masa: juguetes, aparatos tecnológicos, consolas de videojuegos y un largo etcétera. Objetos que terminaron convertidos en basura, o en el mejor de los casos en ‘objetos de culto’”, indica el comunicado del proyecto.
Estos objetos hablan de un mundo compartido, pues hablan de lo que se ha deseado, encontrándose en el intersticio de lo análogo y lo digital, perteneciendo a un universo de tecnologías que rápidamente quedaron obsoletas, de procedencias y manufacturas que poco tienen que ver con los objetos pertenecientes a otras épocas, que tenían la durabilidad como regla y la familiaridad como su “aura”.
“La operación artística específica se centró en la confección de imágenes y piezas de videos, las que colectivamente fueron siendo trabajadas según una serie de ejercicios artísticos y poéticos, los que tuvieron como resultado, en primer lugar, la generación de una metodología de investigación artística colectiva y en segundo lugar la “identificación” con la problemática por parte de los participantes, quienes manifestaron la recuperación de una memoria, tanto personal como colectiva, a través de las narrativas audiovisuales permitiendo el redescubrimiento de formas de volver a enlazarnos afectivamente con los objetos industriales y virtuales. Permitiendo de esta forma la generación de narrativas que irrumpen la relación desechable con el objeto industrial”, se lee en la web del proyecto https://www.labca.cl/
En este contexto, el Laboratorio de Cosas y Afectos se propuso investigar y experimentar artísticamente sobre el vínculo afectivo de los objetos, generando espacios colectivos en los cuales trabajar sobre el complejo nexo entre la materia y la desmaterialización.