Nicolás Reyes, profesor de Teoría y Armonía de las carreras de Producción y Composición Musical de I.P. ARCOS, es parte de la agrupación Antonio Monasterio Ensamble, la cual recibió el premio Pulsar a Mejor Artista de Jazz Fusión, gracias al álbum “Las Furias y El Mar”.
La banda porteña que ya había sido nominada por su anterior álbum, destaca en la escena por su estilo vanguardista, lo que se consolida aún más con la obtención de este Premio de la Música Chilena de la Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales, SCD, con un disco que fusiona una narrativa sobre el mar y las violencias, en una estética de jazz actual con influencias de música latinoamericana.
Para el docente e instrumentista Nicolás Reyes Ludin, lo que más destaca del proyecto es “que hubo mucha dedicación de todas las partes y es un trabajo bien colaborativo de todas las áreas. En ese sentido, es bien afín a la visión de ARCOS. El compositor trajo una música que ya estaba muy buena y después, nosotros como intérpretes, dispusimos de todas nuestras herramientas para poder facilitar que él pudiera plasmar sus ideas y luego hacer harto trabajo colaborativo al momento del montaje de la música”.
Sobre su participación en el ensamble destacó que “es una música que es tan delicada y tan compleja que cualquier aporte que uno pueda hacer es súper enriquecedor para el proyecto y para uno, también”.
“Yo tuve la suerte que me dieron espacio para hacer introducciones en los temas o solos, que no es solamente interpretar la música, sino también tener una propuesta creativa respecto al trabajo”, detalló contento el músico y guitarrista.
De acuerdo con el docente, este trabajo también fue acompañado por el Sello Mescalina, que aportó en todo el proceso de producción durante el montaje de la música y después en la post producción de la grabación, tomando un montón de decisiones creativas que fueron direccionando la estética del disco, ya sea con qué batería grabar o la incorporación de instrumentos latinoamericanos hasta elementos de paisaje sonoro.
El álbum, según explica Reyes, habla del territorio de Valparaíso, de una sensación o un vínculo particularmente con el mar y también cierto posicionamiento respecto a lo vivido en el movimiento de octubre 2019 y de todas las violencias que surgieron en ese contexto, localizado en el puerto.