De acuerdo al Ministerio de Educación (2024), cuando se habla de Educación No Sexista se refiere a la práctica educativa consciente de formar y educar en igualdad de género y de derechos para todas las personas, independiente de su religión, edad, clase social, cultura, identidad de género u orientación sexual, lengua y condición, con el propósito de eliminar las desigualdades que se producen y reproducen en la educación y que después se perpetúan en la sociedad.
Por supuesto, trazar el camino hacia una Educación No Sexista es un esfuerzo que implica revisar todas las prácticas educativas, tanto en los contextos académicos como fuera de ellos, para favorecer a la comunidad educativa y a la sociedad en su conjunto.
Es necesario promover la participación igualitaria de mujeres, hombres y disidencias sexuales en los distintos campos del saber, favoreciendo el desarrollo óptimo de las personas en su experiencia educativa, en el ejercicio constante de construir entornos amigables y libres de discriminación de género, en sincronía con los derechos en equidad de género.
