“Lo he conmemorado marchando, haciendo acciones de arte”, indica la jefa de la carrera de Fotografía de la sede de Viña del Mar del Instituto, ejemplificando su acción con la exposición de 2018 “Mi amor, ¿te ayudo?”, en el hall central del Museo de Bellas Artes, cuando mostró una línea de electrodomésticos cubiertos de lentejuelas, generando una obra que juega con la ironía.
Daniela Bertolini, a través del arte y la fotografía, muestra su apuesta feminista. “Me he dado cuenta que en la práctica sí ha sido importante, como un granito más. No estoy diciendo que estoy cambiando el mundo con mi obra de arte, pero cuando la he exhibido y cuando la he presentado he notado que hay una recepción que interpela. No lo abordo de la victimización ni de la revictimización, sino desde la ironía, desde el humor y creo que ahí también algo pasa, como que el público engaña con la risa, les llama la atención esa ironía”.
Sobre la igualdad de oportunidades en el campo de las artes y la fotografía piensa que “como que en los concursos de becas generales o de estudio, de Fondart, por ejemplo, creo que están todos en el mismo nivel, como que todos tienen las mismas oportunidades, porque evalúan a ciegas, evalúan los proyectos. Como que ahí yo diría que hay igualdad de oportunidades, pero sigue operando mucho la lógica de la cofradía masculina”.
A raíz de un concurso de fotografía, agrega que “cuando se obtuvo el listado de ganadores eran puros hombres, entonces yo me opuse a la idea de que subieran mujeres como a la fuerza, solo porque eran mujeres, porque ahí se evaluó la calidad de proyectos fotográficos y si ganaron puros hombres, quizás ahí hay algo que analizar desde la producción artística. Yo no estoy muy de acuerdo en incluir a la fuerza, pero sí en la distribución equitativa, porque hay minas que son tan pulentas como los hombres, pero sí sigue operando la cofradía masculina”.
En tanto, en su vida privada, comenta que “era muy loco, porque mi papá o mi ex marido me felicitaban por el Día de la Mujer, pero en el fondo es un día que marca la manifestación de las mujeres y que no ha cesado, porque todavía no se ha logrado todo lo que se tiene que lograr”.
Por otro lado, comenta cómo su rol de docente contribuye a erradicar desigualdades de género. “Creo que instalar la conversación dentro de cómo compartir. O sea, no solamente transmisión de conocimiento, sino también experiencia, vivencia. Me interesa esa línea del pensamiento decolonial que no separa la teoría de la práctica. La razón no prima por sobre la experiencia del cuerpo”.
Sobre alguna mujer que la haya influenciado, reflexiona. “Yo creo que todas las colegas de hoy, todas las artistas visuales de ahora, todas las compañeras de la academia, las curadoras, todas las directoras de espacios culturales. Haría esas referencias, a todas las colegas de ahora”.