El martes 2 de julio, a las 13:00 horas, se inaugura la muestra del Fotógrafo titulado en el Instituto el año 2020 y que remite aun proceso personal de preguntas sobre geografía, recuerdos y paisajes, exhibición que estará abierta durante los meses de julio y agosto, en el tradicional espacio fotográfico de I.P. ARCOS.
“La vida ha seguido un rumbo, no he intentado perseguirla ni seguir su ritmo, eso me genera angustia y ansiedad. Llevo cabalgando una serie de sucesos de mi pasado, mi niñez y crianza, tenía el sueño de escapar de la ciudad de donde me he criado, escapar de tantas vivencias…Por otro lado está el apego emocional a mi ciudad, el amor, la familia… hasta mi perro Jack. ¿Será necesario dejar todo aquello? Creo que últimamente el camino a mi bienestar está donde habito; mi gente, mi amor y familia, es todo lo que necesito para continuar mi caminar”, escribe Hans Castro en la reseña de su muestra.
Castro nació en Los Andes en 1996 y se ha desarrollado como fotógrafo independiente y como artista, participando en diversos workshop, festivales y exposiciones de fotografía a nivel nacional como “Lugares donde el corazón podría vivir” en la Biblioteca Pública Quinta Normal, 2019, y en Lumix Festival for Young Visual Journalism, Hannover, Alemania, 2020. “Laboratorio de Fotolibros” en workshop FIFVAL (Festival de Fotografía Valdivia, Chile), con Juanita Escobar (Colombia), Martin Bollati (Argentina), Claudia Guerra y Carola Zañartu (Chile), 2021. “El fotolibro como objeto” en workshops FIFV (Festival de Fotografía Valparaíso) con Yumi Goto (Japón) y Paola Jiménez (Perú), 2022. Ganador premio Carlos Fisher en FIFVAL 2022 con obra “Dos amantes y un atardecer”, “El arte de ver” en workshops FIFV (Festival de Fotografía Valparaíso), con Klavdij Sluban (Francia), 2023.
“¿Todo esto es mi historia? ¿O, a veces, solo soy un personaje que observa, un fotógrafo? Quizás todos los hechos y personajes están vinculados a mi vida, a mi crianza, a mi infancia, a mi memoria, pero no me siento siempre adentro, o no quiero estarlo. Por eso he decidido que por ahora soy un explorador de mi propia vida, de mi familia, de los hechos de amor, de niñez, de violencia, de abuso, de enredos. Quiero tener la posibilidad de decidir cuándo estar adentro como personaje y cuándo estar como observador… Han pasado tantas cosas, tantas vidas, tantos lazos, que quiero acercarme lento, con acecho, como un tigre que va olfateando con cautela un rastro, cuidando el ritmo de acercarme a mi vida, no quiero que el caos arrase con todo… Posiblemente, el relato se confunde, se entierra o, de repente, se eleva y toma vida. Así, poco a poco, iré contando hasta lograr, en unos años, quizás, componer un paisaje más estable y lúcido de lo que vi, lo que veo, lo que pienso…”, remata en la presentación, sin antes indicar “Es la forma de encontrarme”.