El artista grafitero, ilustrador y tatuador Ítalo Palacio ha logrado ser parte de esta importante galería de arte que se caracteriza por acoger proyectos en torno al muralismo y al arte urbano.
Por Jocelyn Jara
“Metro21 recibió recomendaciones de un artista con el que trabajé en la ejecución de un mural de 600 metros cuadrados, vieron mis trabajos como grafitero, ilustrador y tatuador, y me contactaron, porque buscaban un artista para formar parte del equipo que tuviera experiencia y habilidades en diferentes formatos”, recuerda Ítalo Palacio, de 27 años y que egresó el año 2021 de la carrera de Ilustración.
Además, señala que “ahora soy el encargado de asistir a los artistas en terreno para todos los proyectos, colaborando en las actividades participativas con las comunidades donde se ejecutan las obras, el refaccionamiento de los espacios a intervenir y la misma ejecución de las obras de arte en el espacio público”.
Para él la experiencia que ha vivido en esta galería “me ha dado la oportunidad de crecer como profesional, gracias al tremendo equipo con el que trabajo, los cuales me han enseñado a ejecutar y producir diferentes proyectos. También he tenido la experiencia de compartir con grandes artistas consagrados, los cuales han ayudado a nutrirme con nuevas técnicas, tanto de pintura, como las diferentes maneras de abordar los proyectos”.
A su vez, comenta que, “sin duda, el proyecto más grande fue poder participar de ‘De cancha en cancha’, un trabajo de Metro21 junto al Ministerio de Educación, que consistía en realizar 12 suelares en escuelas públicas, por distintas regiones del país. Fue un proyecto de casi un año en el cual tuve la oportunidad de viajar por Chile y de compartir con grandes artistas”.
Por otro lado, dice que “un proyecto en el que estoy participando activamente, es en el estudio de tatuajes ‘Alma Negra’, en el cual ya llevo cerca de un año aprendiendo de este hermoso oficio”.
Sobre su experiencia como estudiante en el Instituto ARCOS, dice que “crecí como artista, como profesional y, sobre todo, como persona. Fue un espacio donde conocí amigos con los que hasta el día de hoy trabajamos juntos. ARCOS me dio la oportunidad de expandir mis conocimientos y salir de mi zona de confort, para así hacerme explorar nuevas técnicas y conocer el inmenso mundo del arte”.
En esta misma línea es que destaca a los profesores que lo formaron “hubo docentes que me ayudaron mucho a crecer como profesional. Elisa Monsalve, Sofía de Grenade, René Van Kilsdonk, Sofía Moya, Carolina Muñoz, Waldo Cañete e Isidora Díaz, son algunos de los profes que más me marcaron, que me dieron la confianza, que creyeron en mi trabajo y que hicieron creerme el cuento. Muchas gracias a ellos”.