A las 14:00 horas del miércoles 07 de diciembre, en el Auditorio Visionado de la Casa Central del Instituto, se presenta el libro ilustrado realizado por el autor chileno Huicha.
El libro cuenta la historia de los Amateka, una civilización de sangre, piedra y jade perdida en la noche de los tiempos americanos, reaparece a fines del siglo XX como un revolucionario descubrimiento arqueológico y también como una pesadilla hecha realidad para cuatro estudiantes del Colegio Terranova.
Carlos, Macarena, Paula y Marcelo emprenderán un viaje peligroso, enfrentándose a los Guerreros del Sol y de la Luna y a dioses sedientos de sacrificios que deambulan por la ciudad.
Huicha, su autor, es dibujante y narrador gráfico y también ha escrito “Las puertas del sueño” y coautor en “In Absentia Mortis”, “Zombies en la Moneda” e “Informe Meteoro”.
El libro, de este año, ya ha llamado la atención de la crítica, quienes han dicho de la obra:
“Notable fábula donde se funde el pasado con el presente, al mejor estilo de ‘La noche boca arriba’ de Julio Cortázar”.
Ernesto Garratt. Escritor
“Con mucha gracia narrativa (…) logra hacer un cruce entre los misterios que todavía permanecen respecto a las culturas precolombinas y una historia de adolescentes que están buscándose a sí mismos en sus procesos internos y sus vínculos”.
Antonella Estévez. Periodista de Cultura, Radio Universidad de Chile
“Huicha, uno de mis artistas chilenos favoritos, cuyo trabajo refleja sin pudor hermosas influencias de la historieta europea y chilena de fines de los 80”.
Alan Robinson. Dibujante de New Fantastic Four (MARVEL)
Mientras, el docente de la Escuela de Diseño y Multimedia de ARCOS, Martín Cáceres (dibujante e historietista, entre sus obras se cuentan Leviatán, Policía del karma y Lebbeus Rahn), ha escrito sobre “La sombra de Amatán”:
“Es un caso excepcional en el panorama del cómic chileno de los últimos diez años, desde aquel lejano 2010, que muchos consideran el año del boom de nuestro tan vapuleado medio.
Excepcional, porque permite apreciar el desarrollo de una obra –es decir, de un artista– a través de más de diez años de trabajo paciente (¿obsesivo?), que pese a todas las vicisitudes y circunstancias que podían afectar ese desarrollo, siempre se mantuvo fiel a lo que dibujante y guionista se plantearon en algún momento.
Como cualquier historietista que reflexiona sobre su trabajo, Huicha tiene claro en todo momento que no solo el dibujo es el vehículo de la historia en la narrativa gráfica. Entiende que guion y dibujo se imbrican en un todo, pero sin perder de vista, en ningún momento, el lenguaje propio del cómic. Es lo que le permite crear una lectura clara y fluida, gracias a recursos gráficos y lingüísticos tales como una notable puesta en página (ver la secuencia del museo de arte precolombino).. Con el paso de las páginas –de los años– podemos entender que se va ganando confianza y seguridad en el uso de estos recursos, pero siempre acotados al ámbito de la historia y de lo que se quiere narrar. Es destacable, también, el compromiso del autor con la figuración y representación del espacio, entendido como uno de los elementos fundamentales de la narración.
Excepcional, porque plantea la creación de historietas como consecuencia de una pasión, una fundada sobre el conocimiento del medio y de sus herramientas de expresión. El trabajo detrás de La sombra de Amatán es el de un amanuense que, sin más compañía que el sonido de su pluma, va creando incansablemente y a través de largos años, página tras página, su historia.
Excepcional, a fin de cuentas, porque es una muestra de consecuencia artística, en cuanto se trabaja un medio explorando sus posibilidades de expresión, teniendo siempre en cuenta al público lector… el que ahora tiene la palabra”.