“Más que celebrar el 8M me gusta conmemorar ese día y reivindicar a la mujer trabajadora, a la mujer luchadora”, cuenta Tania Barahona, fotógrafa formada en I.P. ARCOS.
“Siempre ha sido muy dispareja la cancha en cualquier ámbito laboral. En la fotografía también. Muy alegremente en el último tiempo me he dedicado a fotografiar las manifestaciones, que afortunadamente se han vuelto más masivas en Chile en los últimos años (…) La verdad, es que la marcha del 8M es súper esperada para mí. Ese día intento hacer todo lo que tengo que hacer en la mañana para dedicar toda la tarde a la convocatoria (…) Siempre creo que tenemos el deber de conmemorar esta fecha y difundirla, expresar ese día las verdaderas opiniones de las mujeres, no quedarse en la idea de las flores y los chocolates”, agrega Tania sobre la conmemoración del 8M.
Sobre su profesión de fotógrafa y el medio en que se desarrolla, indica que aún deben existir cambios. “Puntualmente en la fotografía periodística no hay igualdad de oportunidades (…) El ambiente de la fotografía es súper machista. Me topé con un montón de situaciones mientras sacaba fotos, incluso en marchas feministas. Sin ir más lejos, el año pasado, en la marcha del 8M, se me acercó un fotógrafo a darme consejos gratuitos de cómo tomar fotografías, sin que yo le pidiera nada. Todavía no entienden que hay ciertos espacios que son para nosotras, y yo creo que la fotografía periodística está llena de esas conductas machistas (…) Me he dado cuenta que en Argentina, por ejemplo, hay mujeres que son fotógrafas oficiales de los equipos de fútbol masculinos y eso aquí no pasa”.
Pero, para cambiarlo, ella sabe que también es parte de la solución. “En el último tiempo me he estado dedicando de lleno al colectivo ‘Cuerpas reales, hinchas reales’, que es un proyecto feminista de fotógrafas provenientes de diez países de Iberoamérica, y creo que ese ha sido el mejor espacio para poder aportar a la erradicación de las desigualdades de género y a la democratización de los espacios artísticos y culturales. A partir de ahí me he dedicado a trabajar en la producción para dar a conocer el trabajo del colectivo, labor que no ha sido para nada fácil, porque venimos de abajo y, además, somos mujeres. Cuando nos intentamos acercar a la gente utilizando un lenguaje feminista, por ejemplo, se genera inmediatamente una distancia y es muy difícil erradicar ese prejuicio”.
Justamente, su lucha hoy la da especialmente desde el colectivo. “El proyecto busca visibilizar a las mujeres y disidencias hinchas de 77 equipos de fútbol distintos y darle espacio a las futbolistas como protagonistas de la historia del deporte (…) El proyecto ha itinerado por diferentes partes (…) Esas experiencias me han generado la necesidad de traer la muestra a Chile, y traerla a lo grande así que me ha tocado trabajar en la producción. Con mucho esfuerzo logramos traer la exposición, desde el día 07 de marzo hasta el 16 de abril, al Centro Cultural del Palacio de la Moneda. Trabajamos en conjunto con la Subsecretaría de Estadio Seguro del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, y también con el equipo del Centro Cultural del Palacio de la Moneda. Ha sido verdaderamente un sueño poder montar de esta manera la obra del colectivo”, relata feliz y orgullosa.
“En lo personal, intenté ligar lo feminista con lo social, buscando hinchas que estuvieran comprometidas con un pensamiento político también. Busqué mujeres y disidencias que representen alguna lucha y, la verdad, es que sigo buscando, porque mi serie aún no está terminada, ya que me he dedicado fundamentalmente a producir las fechas en Chile”, agrega sobre la exposición que aún se puede apreciar, hasta el 16 de abril, en el Centro Cultural del Palacio de la Moneda.
Tania, si bien asume que ha tomado un rol protagonista gracias al colectivo, asume que hay influencias importantes en su vida y en su forma de enfrentar los cambios. “Mis referentes femeninos siempre han estado ligados a lo político, a lo social. Encuentro en Gladys Marín un ejemplo de lucha, de valentía y coraje. Es como creo que hay que vivir la vida, valientemente (…) Creo que es importante que nuestras referentes estén ligadas no sólo a los sueños y anhelos personales que nos llevan al desarrollo como personas e individuas, sino que también a lo moral, a lo ético y cómo enfrentamos la sociedad desde este plano.
En cuanto a contenido artístico cultural, veo en la música de Anita Tijoux, una fuente de inspiración para cantarle a mujeres, sin importar fronteras.
Y si tuviera que mencionar libros (…) diría que ‘Alicia en el país de las maravillas’ y ‘Mujercitas’, fueron lecturas que marcaron mi infancia”.